Los argentinos son los mayores lectores de libros de
América Latina y los chilenos y peruanos los números uno en lectura de
revistas y diarios, respectivamente, pero en cualquier caso se lee poco y
más por necesidad que por gusto.
Así se deduce de un estudio
elaborado por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América
Latina y el Caribe (CERLALC), un organismo con sede en Bogotá,
dependiente de la Unesco y dirigido por el colombiano Fernando Zapata,
quien no pierde la esperanza de que la región llegue a tener una “masa
de lectores” por placer.
“En el CERLALC tenemos la percepción de que los índices de lectura están creciendo”, señala en declaraciones a Efe.
El centro que dirige Zapata
acaba de presentar un estudio comparativo sobre el comportamiento lector
y los hábitos de lectura, que abarca a Argentina, Brasil, Colombia,
Chile, México y Perú, además de España, que sirve como referente de un
país desarrollado.
Está basado en estudios
locales, no todos correspondientes al mismo año (2011, 2006 y 2004), y
muestra que en promedio más de la mitad de los habitantes de los seis
países no lee.
La falta de estudios
sistemáticos y periódicos sobre la lectura en la mayoría de los países
latinoamericanos es significativa para el CERLALC, que ha desarrollado
una metodología específica y unificadora con el fin de obtener datos
fiables que ayuden en la elaboración de políticas públicas de fomento de
la lectura.
“Sabemos que en Cuba, por ejemplo, hay
una enorme cantidad de lectores, pero no está medido, tampoco tenemos
datos de Centroamérica”, señaló Zapata.
En lectura de libros
Argentina está en cabeza con un índice del 55 por ciento, seguido de
Chile (51 por ciento), Brasil (46 por ciento), Colombia (45 por ciento),
Perú (35 por ciento) y México (20 por ciento). En España el índice es
del 61 por ciento.
Eso significa que, en
promedio, el 41 por ciento de la población de todos esos países lee
libros, con una frecuencia que va de al menos una vez al mes hasta una
vez al año.
Chile y Argentina encabezan
la lista de cantidad de libros leídos al año por habitante, con 5,4 y
4,6, respectivamente, frente a los 10,3 de España, mientras que México y
Colombia, con 2,9 y 2,2 están en la parte más baja de la escala.
En lo que se refiere a
revistas es Chile el país con más lectores: un 47 por ciento de la
población dice leerlas con frecuencia, un punto porcentual más que en
España (46 por ciento).
En la otra punta de la escala está Colombia, con solo un 26 por ciento de lectores de revistas.
En lectura de periódicos, el
líder regional es Perú con un índice del 71 por ciento, bastante
cercano a España (78 por ciento) y muy separado de los otros cinco
países, pues su seguidor inmediato es Chile con el 36 por ciento,
mientras que en México solo el 15 por ciento de la población dice leer
periódicos.
Las mayores diferencias
entre los lectores de España y los de los seis países estudiados radican
en los motivos para leer.
Mientras en España el 85 por
ciento dice que lee por placer, en América Latina los motivos más
aducidos son la actualización cultural y los conocimientos generales, y
las exigencias escolares, académicas o laborales.
Según el CERLALC, leer por
placer marca la diferencia entre ser un lector asiduo o esporádico, y la
prueba está en que en el país latinoamericano con un mayor índice de
lectura de libros, Argentina, el 70 por ciento dice leer por gusto.
El 55 por ciento de los
brasileños lee para actualizar sus conocimientos generales y culturales,
y el 35 por ciento de los chilenos por exigencias escolares o
académicas.
La razón más aducida para no
leer es la falta de tiempo, con porcentajes que van desde el 53 por
ciento de Brasil hasta el 28 por ciento de Chile, y en segundo lugar la
falta de interés, mayor en Colombia donde esta razón es mencionada por
un 67 por ciento.
El estudio demuestra que la
forma mayoritaria de acceso a los libros en América Latina es
comprándolos, al igual que en España, y en segundo lugar pedirlos
prestados a otras personas.
En Colombia, el 31 por
ciento pide libros prestados, y en Perú solo el 23 por ciento de los que
acceden a libros los compra.
La casa es el lugar
preferido por la gran mayoría para leer, pero son más los chilenos que
gustan de leer en las aulas (55 por ciento) que en el hogar, y las
librerías sigue siendo para todos el principal lugar de compra.
La lectura ocupa un lugar
secundario en las actividades de tiempo libre. En los países con más
lectores, como Argentina y Chile, aparece en el quinto lugar de las
actividades preferidas, por detrás de ver la televisión, escuchar
música, reunirse con amigos o hacer deporte.
Fuente: EFE
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