Acto de Premiación del 1º Certamen Internacional de Literatura Infantil (poesía y cuento) escrito por adultos
Como parte del acto, Ediciones Mis Escritos, editorial organizadora del concurso, presenta los tres libros que reúnen las obras premiadas. Mónica Patricia Molina , la autora bibliotecaria del Distrito de San Miguel. Felicitaciones! Digno de compartir. MÓNICA MONTECINOS (REFERENTE DE SAN MIGUEL)
Como parte del acto, Ediciones Mis Escritos, editorial organizadora del concurso, presenta los tres libros que reúnen las obras premiadas. Mónica Patricia Molina , la autora bibliotecaria del Distrito de San Miguel. Felicitaciones! Digno de compartir. MÓNICA MONTECINOS (REFERENTE DE SAN MIGUEL)
Receta para tener un hermanito
Ingredientes necesarios:
3 cascaritas de limón
2 cucharadas de miel
5 pedacitos de caña de bambú
4 tazas colmadas de amor
Eso debe ser suficiente para que yo, que soy hija única pueda tener la suerte de que mis papas me “compren” un hermanito. Por ahí si yo les paso los ingredientes, ellos pueden ir de compras. Siempre me hago la misma pregunta… ¿dónde se compra un hermanito? ¿en el shoping, en el supermercado, en el almacén de Don Luis o en los chinos de la vuelta de casa?
Yo me la paso recorriendo esos lugares y no veo en ninguna góndola que diga “ hermanos a la venta” (ni grandes, ni chicos, ni por kilo, ni por metro) ¡qué forma tan rara tienen de hablar los adultos!
Es por eso que ni ellos mismos saben lo que quieren. Para nosotros las cosas son más sencillas: “no me gusta ir a la escuela”, significa precisamente eso: que no me gusta ir a la escuela. “La abuela me cocina lo que a mi me gusta” significa eso: que la abuela me cocina lo que a mi me gusta. “Quiero tomar otro vaso mas con gaseosa y otro plato menos con sopa” significa eso: que quiero tomar otro vaso mas con gaseosa y otro plato menos con sopa”. ¡No damos tantas vueltas! ¡Las únicas vueltas que nos gustan son las de la calesita!
Traté de inventar una receta para crearme un hermanito y no resultó; y eso que me la pasé revolviendo y revolviendo y… ¡nada!
Yo dije para mis adentros, cascaritas de limón porque ese olor tienen los bebes cuando son chiquitos, se lo sentí el otro día al hermanito de Valentín. La miel debe ser también necesaria porque es re dulce ¿y qué dicen los grandes cuando un bebé se ríe?: ¡qué dulce!
Las cañas de bambú deben servir como un alimento especial, porque los hermanos son seres especiales, dicen por ahí, entonces al igual que los osos pandas que solo comen caña de bambú, los hermanos pueden dar abrazos de oso. Lo veo muy seguido en mis amigas que tienen hermanos.
Con respecto a las tazas de amor… ahí me veo en problemas… ¿cómo consigo cuatro tazas de amor? Y, se me ocurre que tienen que ser cuatro porque nosotros ahora somos tres, pero si diera resultado, seriamos cuatro en la familia.
El limón es fácil, lo saco de la planta de la abuela; la miel la saco de la alacena y listo. Las cañas de bambú… tengo dos opciones: del llamador de ángeles que esta colgado en el patio de casa o directamente lo encargo por internet.
Pero las tazas de amor… no se la verdad cómo hacer.
Este tema me tiene un poco preocupada, tanto que no me deja dormir aunque esté mirando los dibujitos que más me gustan en la tele.
Uy, entraron a mi habitación papá y mamá con cara de miedo mezclada con alegría...
- Sofía tenemos que contarte algo muy pero muy pero muy importante, hijita –dijo mami-.
- Vos sabes que sos la reina de esta casa y siempre lo vas a seguir siendo- dijo papi. – en agosto va a nacer tu hermanito o hermanita porque mami tiene un bebé en la panza!-
Abrí grande mis ojos, respiré muy profundo y pensé en lo genia que fui al haber hecho una receta y, sin pensarlo, ya había sido puesta en práctica y... ¡¡FUNCIONADO!!
Me saqué las sabanas de encima, comencé a saltar en la cama y a gritar
“¡si, si, si, un hermanito o hermanita para jugar!”
Mientras yo estaba en plena locura de felicidad, vi cómo mis papas me miraban de una forma tan especial y ahí descubrí el ingrediente que faltaba…
Guauuuu, ahora me doy cuenta: ¡mi receta funcionó! Y por fin solucioné mi problema de qué quiero ser cuando sea grande: inventora de recetas!
Y … ¡hermana mayor!, eso es lo que voy a ser.
-Yo te voy a cuidar, bebé lindo, pero mis juguetes… ni sueñes que te los voy a regalar, sí te los voy a prestar de a ratitos. En todo caso te los cambio por los tuyos que van a ser nuevos, los míos ¡ya tienen 7 años de uso!-
¡Qué felicidad me provoca saber que cuando deseamos algo con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas, con todas nuestras ganas, se puede convertir en realidad!
Ingredientes necesarios:
3 cascaritas de limón
2 cucharadas de miel
5 pedacitos de caña de bambú
4 tazas colmadas de amor
Eso debe ser suficiente para que yo, que soy hija única pueda tener la suerte de que mis papas me “compren” un hermanito. Por ahí si yo les paso los ingredientes, ellos pueden ir de compras. Siempre me hago la misma pregunta… ¿dónde se compra un hermanito? ¿en el shoping, en el supermercado, en el almacén de Don Luis o en los chinos de la vuelta de casa?
Yo me la paso recorriendo esos lugares y no veo en ninguna góndola que diga “ hermanos a la venta” (ni grandes, ni chicos, ni por kilo, ni por metro) ¡qué forma tan rara tienen de hablar los adultos!
Es por eso que ni ellos mismos saben lo que quieren. Para nosotros las cosas son más sencillas: “no me gusta ir a la escuela”, significa precisamente eso: que no me gusta ir a la escuela. “La abuela me cocina lo que a mi me gusta” significa eso: que la abuela me cocina lo que a mi me gusta. “Quiero tomar otro vaso mas con gaseosa y otro plato menos con sopa” significa eso: que quiero tomar otro vaso mas con gaseosa y otro plato menos con sopa”. ¡No damos tantas vueltas! ¡Las únicas vueltas que nos gustan son las de la calesita!
Traté de inventar una receta para crearme un hermanito y no resultó; y eso que me la pasé revolviendo y revolviendo y… ¡nada!
Yo dije para mis adentros, cascaritas de limón porque ese olor tienen los bebes cuando son chiquitos, se lo sentí el otro día al hermanito de Valentín. La miel debe ser también necesaria porque es re dulce ¿y qué dicen los grandes cuando un bebé se ríe?: ¡qué dulce!
Las cañas de bambú deben servir como un alimento especial, porque los hermanos son seres especiales, dicen por ahí, entonces al igual que los osos pandas que solo comen caña de bambú, los hermanos pueden dar abrazos de oso. Lo veo muy seguido en mis amigas que tienen hermanos.
Con respecto a las tazas de amor… ahí me veo en problemas… ¿cómo consigo cuatro tazas de amor? Y, se me ocurre que tienen que ser cuatro porque nosotros ahora somos tres, pero si diera resultado, seriamos cuatro en la familia.
El limón es fácil, lo saco de la planta de la abuela; la miel la saco de la alacena y listo. Las cañas de bambú… tengo dos opciones: del llamador de ángeles que esta colgado en el patio de casa o directamente lo encargo por internet.
Pero las tazas de amor… no se la verdad cómo hacer.
Este tema me tiene un poco preocupada, tanto que no me deja dormir aunque esté mirando los dibujitos que más me gustan en la tele.
Uy, entraron a mi habitación papá y mamá con cara de miedo mezclada con alegría...
- Sofía tenemos que contarte algo muy pero muy pero muy importante, hijita –dijo mami-.
- Vos sabes que sos la reina de esta casa y siempre lo vas a seguir siendo- dijo papi. – en agosto va a nacer tu hermanito o hermanita porque mami tiene un bebé en la panza!-
Abrí grande mis ojos, respiré muy profundo y pensé en lo genia que fui al haber hecho una receta y, sin pensarlo, ya había sido puesta en práctica y... ¡¡FUNCIONADO!!
Me saqué las sabanas de encima, comencé a saltar en la cama y a gritar
“¡si, si, si, un hermanito o hermanita para jugar!”
Mientras yo estaba en plena locura de felicidad, vi cómo mis papas me miraban de una forma tan especial y ahí descubrí el ingrediente que faltaba…
Guauuuu, ahora me doy cuenta: ¡mi receta funcionó! Y por fin solucioné mi problema de qué quiero ser cuando sea grande: inventora de recetas!
Y … ¡hermana mayor!, eso es lo que voy a ser.
-Yo te voy a cuidar, bebé lindo, pero mis juguetes… ni sueñes que te los voy a regalar, sí te los voy a prestar de a ratitos. En todo caso te los cambio por los tuyos que van a ser nuevos, los míos ¡ya tienen 7 años de uso!-
¡Qué felicidad me provoca saber que cuando deseamos algo con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas, con todas nuestras ganas, se puede convertir en realidad!
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